Usted viene a mi entre sueños, jala de las sábanas y me toma a voluntad...
ardientes vértigos envolviéndome en sus brazos,
enhiesto falo, inundándome de saciedad por dentro,
la sonrisa permanente en mi reflejo alumbrándome en cualquier oscuridad...
todo lo que el sudado torso me brinda es tal... que ya no sé si delirio o es real... aquellas yemas restregando el capullo, ofreciéndote al abrirse la perla tan preciada para el ganador...
la madrugada te solapa sin testigos, arrebatas la voluntad apasionada que mantenía arraigada,
los senos flameantes, turgentes, sienten henchirse con tu oscura e incendiaria mirada...
apremiante... bombeando, restregando de norte a sur, de abajo hacia arriba...
da igual sólo quiero el húmedo ocaso para morir en ti...
Ven... haz de mi sueño la mejor oportunidad para amar.
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