Cayó el frágil velo... nada puede hacerse ya... sólo resta esperar, el amor es una semilla terca que nace donde menos te lo esperas... a veces lo buscas, a veces lo niegas... otras con un par de palabras se arraiga en los sitios más sinuosos, inverosímiles e insospechados... Aferrándose a vivir donde menos lo han llamado...
Por falta de cautela, hoy tengo el corazón arrugado... (no, ni siquiera tú podrías hacerme reír... )
Olvidé mis reglas, abrí de par en par aquella puerta... (al menos mis alas permanecieron cerradas, o ya estaría bañada en aquél tipo de llanto que abrasa, devorando lo poco que queda de alma...)
Quedan tantas dudas que dañan... zarzas envenenadas... quisiera.. quise... da igual, nunca pregunté por temor a la verdad, sólo importaba lo que yo sentía que era real...
Lo miré, como si tallara una obra de arte, lo único que esculpí fue mi desgracia... escuché voces ajenas, figuras de sal... onomatopeyas... relatos de sentimientos con intenciones sombrías... obnibulada, tal vez herida de muerte... quizá lujuria malgastada... magistralmente planeada... casi me desvío, desvariando en ilusiones carnales, tanto deseo, cegada, invadida por la ardiente esperanza de retozar en quien no se nombra... palabras fogosas que hoy van cegando locura... Hasta el mejor comete errores... amaba tanto sentir sus manos... bailando al ritmo que me pusiera... ganosa de hacerle sentir orgulloso de mi, nos hizo falta tiempo o estaría derrumbada... hoy sólo espero que caiga profundo... pero lejos de mi... odiaría compartir la eternidad con quien roba mis pensamientos haciendo el tiempo eterno... mas he aquí la ironía... permanece dentro, hasta la raíz... por lo que pensaré en él... hasta mi último aliento.
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