martes, 12 de abril de 2016

Sentimientos dormidos

Todas las cosas traen recuerdos de un presente que aún no existe... a veces es mejor mantenerse callado que despertar en los demás un sentimiento aletargado... Me esforcé tanto por no sentir, la libraba bien, el amor no tenía cabida en mi interior, así no me frustraría por las llamadas que no llegaban, los celos, la ira, la lujuria... ninguno de ellos molestaba, era fácil ser fría, mucho más sencillo que arriesgar al corazón a la incertidumbre de no saber si al amar llegas a ser correspondida o no...
Dando vueltas de pronto el destino comenzó a jugar... ¿Tenían que decirme lo que ya sabía? ...Recordarme que el tiempo vuela, que aferrarse a la soledad no hará que no duela....Que ya es un suplicio en sí el sentirse vacía... Apareciste de casualidad, con esa filosofía, desenmascarando el terrible miedo a la libertad, al amar... ¿Y todo para qué? ¡Qué bendito caso tenía!, ¿Acaso serías tú el redentor que vendría a cambiar mi destino? No.. nunca lo imaginé...  Volver a amar...Una vez lo hice... desgarrándome la vida al arrebatarme lo que más amaba que decidí renunciar... Cerré la puerta sin disponerme a esperar.. Hubieras guardado tus palabras,...  tus opiniones no eran necesarias... ¿Para qué despertar al durmiente si no había nada que ofrecerle?
Y desperté.... hambrienta, ávida de afecto, con un deseo voraz carcomiéndome...parece que llevaba siglos sin alimento... en un par de días me adapté a tu compañía, a tus risas, al mundo en el que no creía... ahora que volví, nada es igual, un inmenso vacío recorre la ciudad...tus palabras eran como lluvia ligera refrescándome... lavando toda desesperanza llevada por dentro.
Hoy un escozor ardiente recorre mi cuerpo al no saber de ti, si tan sólo el autobús pudiera llevar lo que te siento,.. Inmensa carga que ni siquiera yo acepto, desearía que jamás me hubieras arrancado de Morfeo...no he encontrado mayor calidez que fundirme en tus brazos, en tu ausencia quema la soledad...
Mojando sentimientos desde lo más profundo sin comprender el porqué arrecia con el tiempo,
callar taciturno, flagelándome una y otra por haberte escuchado... ¿Porqué si había aprendido a detener el tiempo? ¿Habría sido más cobarde o más sabia por mantener a raya los sentimientos?



No hay comentarios.:

Publicar un comentario