bañada en sudor, jadeante, esta vez vacía...
sin posibilidades, con miedo y desesperanza,
desnudé el alma ante ti y no me reflejé en tus pupilas
causó estragos nuestra última entrevista,
me llevaste al fondo de la miseria...
gracias a ti, no conoceré de nuevo la confianza...el dolor a veces suele ser tan seco y cruel
cala los huesos, agonizando al corazón doliente...
sabía que era mejor que tú, nada importó..
aún recuerdo tus palabras, nada lo calma
esa heladez estampándose contra mi rostro...
escupiendo bocanadas de fuego hiriente...
el vacío en el estómago,.. destruyéndome,
la habitación cerrándose a cada paso...
mi sonrisa cayendo en pedazos,
sin poder tragar saliva, el aire viciado...
no quiero recordar lo que es sentir que estás muriendo
las piernas se doblan, cayendo más y más profundo...
no quiero pronunciar tu nombre, debería de haberme ido antes
jamás debieron haberse cruzado nuestros caminos...
el cuerpo humano es tan frágil que paraliza el alma,
las vestiduras están rasgadas, no quiero volver...
no creo volver a levantarme, sigo cayendo..
la soledad me abraza, el silencio me estremece...
aún no quiero abrir los ojos, no quiero vivir pensándote...
despierto en medio de la noche, bañada en lágrimas,
el vértigo acabándome, viva o muerta... inservible,..
cada vez más firme con esa clara idea de hacer lo que no debo contar
entre almohadas húmedas, aún despierto gritando tu nombre...
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