viernes, 25 de marzo de 2016

...después de tanto arder... renací.

¡Mil gracias! Mi estimado macho alfa... no tienes idea del enorme placer que provocaste en mí, al darme cuenta de tu reacción inmediata, tu falsedad fue tan estridente que te pensé inmortal, y no... ¡Si sientes! Sólo que el dolor lo tenías aletargado, después de haber sido tu último juego, luego de mi humillación, te marchaste impertérrito, sabiendo lo que te amaba, sin darle importancia a lo que pudiera sentir -y no es así, sigo viva en ti- pese a que gritaste a los cuatro vientos que habías encontrado al amor de tu vida (y no era yo...) aún tiemblas al escuchar mi nombre,
estoy en éxtasis... congratulada... ahora te conozco...
y si, es para ti.

Imagino tu rostro impávido, mientras un torrente de sangre helada recorre todo tu cuerpo, aquella morena piel que tanto amé...hoy sé que el karma existe aunque tardé en verlo, gracias a tu restricción, veo que pese a todo, siempre me has leído, he permanecido en ti... sólo eran falacias, intentando defenderte como gato boca arriba para mostrar que no era nada, ilusa lo creí... te quedaste estancado entre dos vivencias sin saber cómo salir, en cambio yo, he logrado mi catarsis, te he superé, ya no más gritos, ni dolor, renuncié a la espera... a que mi única compañía fuera aquél suelo helado... llorando mientras pasaba la madrugada, meses sin poder dormir, hasta que mi tormento acabó, me doliste tanto... no sabía cómo levantarme cada día... no comprendía porque uno debía alimentarse o arreglarse, si te habías marchado... me vacié por ti... finalmente, te perdoné por cada una de mis lágrimas, dejé de esperar que me llamaras, cambié mi número, el cabello que tanto te gustaba.

Si dolíó y hasta las entrañas... estoica nunca te lo dejé saber.... tiempo después de tanto arder pude renacer...

¿Sabes qué es lo más irónico? Que literalmente tenía años que no me molestaba por saber de ti, ya no eras nada en mi vida, de pronto me encontré con ese arrugado papel y lo plasmé... nunca pensé que esas simples letras te dieran tu merecido, de haberlo sabido lo hubiera hecho mucho antes, no te odio, ni te deseo el mal, ni siquiera ese tipo de sentimientos me puedes ya inspirar, ¡Ni siquiera un suspiro!

¡Hoy soy feliz! Hoy gracias a tu errático comportamiento logré perdonarme por haberte amado tanto en vez de amarme a mi.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario