viernes, 11 de septiembre de 2015

...entre el vaivén de adorarte y odiarte...

A fin de cuentas... no pienso volverte a  tener, ¿Por qué no decirte la verdad de lo que pienso? 
Lo genial que eras y lo insultante que eres ahora... hasta las sombras toman forma, a veces me asqueo por aún desearte... tu aliento sobre mi piel me excitaba más allá de la imaginación...
en cambio hoy eres desesperanza, fe  fugitiva, que escapa de las manos, que  arrebata el deseo de lo de antes, va y viene intentando encontrar la causa... acompañada de dolor por no entender que eres un cuerpo vacío y lastimado, te alimentas de herir a otros... 

Sin embargo te extraño... porque te fundiste en mí, sentí tu entrega la primera vez y la siguiente... si fuera sólo el acto carnal lo entendería, ¡No! no fue sólo eso...  me diste parte de tu alma, y eso es lo que me fastidia... ¡Carajo! ¿Porque no puedes simplemente aceptar que te duele vivir sin mi?... Me dueles... no quiero volverte a ver... aún te recuerdo gimiente en el lecho, el bajo abultado cuando te entregabas...
Sabes que si es para ti... ¿Cómo no serlo? Cuando entrelazabas tus manos en las mías hablando de trivialidades... huíste, permitiste que te inundara ese miedo infundado... abriste los oídos a palabras malintencionadas... Eras mío, lo gritabas, en tu ira, en tus lágrimas, en tus movimientos, en lo que no me decías pero tu cuerpo te traicionaba... me acariciabas con la mirada, deseabas tanto una explosión simultánea... me heriste, hoy estoy entre el vaivén de adorarte y odiarte... entre tus piernas apresándome lascivamente y tu perfidia de abrazos... entre morir besándote los labios o morder mis labios para no decir te amo

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