martes, 8 de septiembre de 2015

Juré no volverlo a hacer...

Se fue dando un portazo, fue un ruido fuerte, seco, retumbaba una y otra vez al recrear aquél momento... desgarradas las entrañas, me senté, entre lo profundo del vacío, el frío y la oscuridad, con la lluvia calándome los huesos... el corazón sangraba, ahora pienso que tendrían ácido las lágrimas porque quemaban cada vez que caían sobre mi piel, se alimentaban con la estupidez por haberme entregado...herida, humillada... si, después de haberles hablado de él a los amigos y conocidos, la historia que contaban sus labios sabía a mentira, le di la vuelta a la razón, le entregué la espalda a su verdad, mi conciencia no cesaba de gritarme lo ingenua que fui, quería ser evasiva mudándome lo más lejos que pudiera, no podía, mis piernas se aferraban a aquella tierra donde pérfidamente el sol me alumbraba aún en las noches, he debido darme cuenta que era una falacia... tendría que afrontar el error por cegarme con ese aire encantador.... no podía respirar... nauseas era todo lo que provocaba ahora, como antes sus risas y abrazos me acompañaron...  laceraba mi alma.
No dormía... cerraba los ojos y me perseguía su mirada, dondequiera su perfume, sus palabras...aún años después lo busco entre las sombras... al recordarlo... su risa burlona me provoca rabia, juré no volverme a enamorar, no volver a caer en la insensatez de la esperanza, del creer en alguien aparte de mi...  tontamente por un tipo cualquiera, me encadené al dolor,  no sabía el poder de las palabras, deseé odiarlo por siempre, lo hice,  ahora estoy bien, aunque estoy de pie...no he vuelto a ser feliz...hoy ya no sé como sentir, soy incapaz de amar... fuiste tan mío... yo tan tuya, que al maldecirte, también a mí me maldecí.

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