jueves, 6 de agosto de 2015

Con la salvedad de gritar tu nombre,


Con la salvedad de gritar tu nombre, 
enronquecida voz en pos de la lujuria
hablaba como un libro...
entorno a lo que ocurre tras cerrar la puerta:
te guardo en mis recovecos,
 aprieto, apremio e insisto...
llega al fondo... entra y sal, hasta permanecer...

Topa una y otra vez, arremete con todo, 
te doy la flor, riégala llénala de ti, 
cadenciosos movimientos, velados gritos,
las rodillas a la altura de los hombros, 
mostrándote la libertad de amar sin prisa...
torso lúbrico en mi ser...
arrebatas súplicas fogosas...
velando vehementemente alborotado
por llegar al borde del placer.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario