domingo, 28 de diciembre de 2014

Me arrepiento...y si sólo hubiera un culpable entonces seré yo.

No eres un pecado...
eres sólo piel húmeda en un otoño calmado...
eres tres comidas y un regalo... eres ilusiones arrasadas,
guardadas en un castillo de naipes... tardes burladas
con pretextos arcaicos... un tropiezo... un desliz...
un par de lágrimas desgastadas... y sin embargo, me arrepiento...
usted no tocó la piel, pero llegó más adentro... intentando hundirse en mi cuando el viento aún no amainaba, abriendo las puertas tan rápido... que se olvidó de tocar la puerta... y fué ahí donde lo topé... donde le puse en sus manos la copa no permitiéndole la entrada...intentando embriagarme con su torpeza... la cruda verdad inundó de golpe...
no podría soportar mi fuego sin salir perdiendo...
no estaba hecho de buena madera... ese mismo viento lo levantó llevándolo al punto de partida...
donde no podría hacer nada más tras esas gafas que dignamente decirme adiós.

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