martes, 7 de octubre de 2014



En una ciudad tan grande con miles de almas...
pudo haberse encontrado frente a alguien distinto...
coincidir en el mismo espacio y tiempo pese a ser diametralmente opuestos...
y simplemente se dio la oportunidad de satisfacerse...
no sólo de saciar los instintos...
sino de llevar su inmaculada reputación un paso más allá...
no era una niña...sólo alguien demasiado exigente para cualquiera,
destapó la sed tan urgida que tenía de él...
como un caballero andante flechado de una gitana...
en cuanto le vio, pudo ver su suerte y no quiso huir de ello.

No eran sus músculos, formas...o la gracia de su belleza...
era lo que despertaba en ella cada vez que la hacía suya por dentro...
el suculento placer al unir sus labios...la sutileza de sus caricias...
la elevación de su ego al saberse suya...
la seguridad que tenía de saber que podía postrarse y descansar sobre él sin miedos...
no había necesidad de encender un cigarrillo...
después de la sutil batalla se sentía pleno de nuevo...
cuando hacían el amor no era como cruzar cualquier calle para llegar a la otra esquina...
no era el restregarse los cuerpos satisfaciendo los deseos;
era cruzar un puente uniendo dos continentes, dos épocas, dos historias...
era la comunión de dos seres en pleno vuelo.

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