mojándome las ganas

No sé que sea más soportable, tenerte a mi lado o alejarme de ti,
te miré y me imaginé consumirme en tus besos, y gozarte...
fuiste mi parte aguas, el suspiro que detuvo mi vida en dos...
soñandote... alebrestado, impetuoso, con las venas exaltadas...
sumido en mi cuerpo, por la virilidad que proyectabas te elegí...
todo lo demás fue una falacia que estoy dispuesta a olvidar,
a renunciar a la esperanza de verte conmigo...
mintiéndome a mi misma, que ya no dolerás...
No debí conocer la escasez de unos besos, ni la ausencia,
el aburrimiento, ni aquél dolor en las entrañas porque
me consume el fuego en el que soy capaz de arder...

No me quedaré a esperarte, mojándome las ganas...

fue verte entre todos brillar,
hoy ni siquiera calientas...
no sabía lo equivocada que estaba,
no eras nadie, no eres nada...
no subes, ni bajas, ni deseas o amas...
no eres más que un saco de piel con el alma envejecida, débil parloteo que mira con desgana
mientras en la calma me sumerjo en el abismo de dudas, en una tempestad que surge desde el fondo, en la rebeldía que grita que estoy viva,
que no me quede esperando a que voltees a mirarme, a tocarme, tus dedos son hiedra...
la fruta podrida no madura...
me largaré antes de que siga muriendo,
no me quedaré sentada mojándome las ganas.