sábado, 13 de junio de 2020

Durmiendo con el enemigo

Llego del mundo exterior... tan desganada para entrar que con gusto haría horas extra con tal de no estar...basta con cerrar las puertas para saber lo que me espera... de nuevo su rostro impasible, con el silencio devastador, tanto, que cada vez que nos movemos podria jurar que se oyen crujir los huesos... de nuevo, la cotidianeidad esa que me mata, que acaba con la esencia de la vida, con la espontaneidad... sirvo la mesa y le doy de cenar... silencio estremecedor...tal vez alguna charla, las preguntas de todos los días, simples trivialidades. ¿En qué momento nos alejamos?¿Realmente nos conocimos bien alguna vez?... parece que fueran siglos los que llevamos encerrados en la misma celda... irónicamente hace muy pocos años estábamos enamorados, pero si no es un sentimiento real, se desvanece, aburre y se acaba pronto, más cuando elegímos la pareja "más conveniente", por hipócritas, por conveniencia, por una excelente posición económica, decisiones que acaban por minar nuestra alma... me ofrece una bebida, sabiendo lo que vendrá después... lucha de egos en el lecho... simple roce de carnes a placer donde los besos sólo saben a saliva, donde la falta de estímulos y de amor debe de fingirse y de suplirse con exitaciones y orgasmos que sólo se quedan por encima, bastante incómodo si lo preguntan... el corazón poco a poco se ha ido mermando y ya no siente nada... tal vez si me lo permito dejaré escapar algunas lágrimas en la ducha... me siento tan asqueada cada vez que me toca, cada vez que lo miro y no le siento conmigo...la falta de respeto a lo que antes valorábamos y todo por necios... porque ya no nos amamos, tal vez sólo nos gustábamos al grado de, nada que fuera permanente...no como el amor que siempre estuve esperando reencontrar... pero los reproches pueden más, las costumbres, los complejos por permanecer dentro de los lujos... ya no tenemos nada que nos una, excepto la falta de coraje para terminar con esto...estoy consciente del abandono en que lo tengo... me he quedado con las manos vacías, ya no le pertenezco...hoy me vestiré con mi mejor sonrisa y saldré de nuevo al mundo... nadie notará que duermo con el enemigo en casa.